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LA SEMANA DE LA NATURALEZA EN ISRAEL

Esta semana se celebró en Israel la fiesta de Tu Bishvat.

Como judía laica de convicciones cosmopolitas y holísticas, es mi fiesta preferida del calendario judío.

Por lo general nos referimos a ella  como TU BISHVAT (en hebreo טו בשבט), que significa “15 de Shvat” que es precisamente la fecha del calendario hebreo en la que acontece.
Shvat es el nombre del quinto mes del calendario hebreo moderno, y las letras hebreas ט  y ו, leídas juntas como “TU” forman el número 15 en la numeración hebrea (los números hebreos son representados por letras). 

Otros nombres de esta fiesta son «La fiesta de los árboles», «El año nuevo de los árboles» y «La festividad de las plantaciones».

Es mi fiesta preferida porque, al menos en su significado moderno, está íntimamente vinculada con la naturaleza y su preservación.

Además, ya sea por casualidad o atendiendo a un orden cósmico que desconozco, coincide también con la fecha hebrea en que nací.

O sea que, como amante de la naturaleza, durante mi cumpleaños hebreo y toda la semana que lo rodea, que es reconocida como la Semana de la Naturaleza en Israel, me veo rodeada por un verdadero amor al planeta, que se traduce en actos como la plantación de árboles, el cuidado de la naturaleza, mensajes ambientales positivos, y más cosas que me reconfortan.

Historia y Tradición

La fiesta de Tu Bishvat no está mencionada en la Biblia. En los tiempos bíblicos no era más que un día fijado para las donaciones y los impuestos, una especie de «inicio del año fiscal», en el que se determinaba el monto del impuesto que el campesino debería pagar a partir de la cosecha de sus árboles frutales. 

Eso se debe a que, en la Tierra de Israel, en esa temporada comenzaban a nacer nuevos brotes en los árboles frutales.

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De ese modo, los frutos que crecían a partir de ese día pertenecerían al nuevo año.

Uno de los fuertes símbolos de la fiesta es el almendro, que en la semana de la fiesta puede verse, por lo general, esplendorosamente florecido. 

Se cree que Tu Bishvat se convirtió en una verdadera festividad recién en el siglo XVI, cuando los cabalistas de Safed comenzaron a celebrar ese día según un Seder (orden) especial. 

Durante el Seder de Tu Bishvat se acostumbra a leer fragmentos de la Biblia, la Mishná y el Libro del Zohar que tratan de árboles y plantas; a comer diversos frutos frescos y secos como recordatorio de las cosechas de la Tierra de Israel; y a beber cuatro copas de vino, cada una de las cuales representa una estación del año:

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La primera copa, de solo vino blanco – representa el otoño;

 La segunda copa, de vino blanco con un poco de vino tinto – representa el invierno;

La tercera copa, con dos mitades iguales de vino blanco y vino tinto – representa la primavera; y

La cuarta copa, de solo vino tinto – representa el verano

La principal actividad de Tu Bishvat consiste en salir al aire libre, integrarse con la naturaleza y plantar árboles.

En la página web del Centro Educativo Jaguim, Archivo Kibutziano de las Festividades (https://www.esp.chagim.org.il/tu-bishvat) encontré una hermosa plegaria para acompañar la plantación de un arbolito, que les ofrezco aquí:

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Por Iris Ben-Tzvi

Bendición para plantar un árbol

​Yo, ___________ (nombre) planto este árbol joven ____________ (nombre del árbol) en el día de Tu Bishvat del año 57___, (___ del mes de _________ del año 20_____).

Al plantar este joven árbol de _________ (nombre del árbol), tomo parte en el diseño del entorno de nuestras vidas.

Deseo a este joven árbol un firme arraigamiento, exitoso crecimiento y una vida larga en días y años.

Me deseo a mí mismo alcanzar a ver a __ (nombre del árbol) _ más alto que yo, con un grueso tronco y una amplia copa que dé sombra.

Gracias a este árbol joven recordaré que las cosas grandes comienzan con pequeñas acciones, que las pequeñas acciones de muchas personas son capaces de causar grandes cambios, que cuento con el poder para influir en el entorno de mi vida y para implantar en ella mis ideas y sueños.

Gracias a este nuevo árbol, recordaré que para crecer y desarrollarnos es necesario implantar las raíces en el suelo y conectarnos con la tierra que es la base de nuestra existencia.

Deseo aprender a respetar la tierra, a conectarme con ella y a saber cómo disfrutar de la abundancia y belleza que nos ofrece la naturaleza.

Al plantar este nuevo árbol continúo las acciones de mis antepasados, quienes plantaron árboles de cuya frutas y sombra disfruto hoy en día.

Al plantar este árbol joven pongo de mi parte en la actividad común para bien de nosotros hoy, y para el de nuestros hijos y nietos en el futuro.

Al plantar este nuevo árbol me asocio con la naturaleza y participo en largos procesos de renovación y crecimiento.

Al plantar este nuevo árbol establezco una alianza con el lugar y la tierra, y con el poder de crecimiento de las cosas que existe también en mí.

Que así sea, Amén.

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