Por David Jacobson, autor del libro «Un judío en el Camino de Santiago» y coautor de la novela (aún inédita en español)  «The Rabbi´s Wife, The Bishop´s Wife» («Esposa del rabino, esposa del obispo»)

Salónica es una antigua ciudad portuaria del norte de Grecia. Los judíos han vivido allí al menos desde el siglo II a.C. Se dice que Pablo, el fundador del cristianismo, visitó la comunidad judía de Salónica. Algunas fuentes afirman que, tras predicarles tres veces, lo mandaron a paseo.

El antiguo barrio judío estaba cerca del puerto, ya que muchos judíos se dedicaban al comercio marítimo.

Los judíos de Salónica hablaban griego, sus nombres eran griegos y muchas de sus oraciones, incluyendo el importantísimo «Shemá Israel», se recitaban en griego. La antigua sinagoga romana «Etz Hahayim» sobrevivió hasta 1917.

Cuando el cristianismo se impuso en el imperio romano durante el siglo IV de nuestra era, la situación de los judíos se deterioró y perdieron gran parte de su libertad y sus derechos.

Los emperadores romanos cristianos a menudo imponían prohibiciones a la observancia judía (estudiar, cumplir los mandamientos de la Torá).

Durante las Cruzadas, los hooligans cristianos que asesinaban a los judíos en Francia y Alemania pasaron por Salónica de camino a la tierra de Israel y asesinaron a muchos judíos locales.

El famoso viajero Binyamin de Tudela visitó Salónica en 1169 y cuenta que allí vivían unos 500 judíos.

A partir de finales del siglo XIV llegaron a Salónica oleadas de migraciones de judíos que huían de la persecución cristiana en Europa occidental, lo que cambió la mezcla demográfica de la comunidad.

Los primeros emigrantes procedían de Hungría, seguidos por los judíos alemanes. Tras los pogromos antijudíos de 1391 en España, llegaron muchos judíos sefardíes.

Entre ellos destaca la rica y erudita familia Benveniste de Barcelona, que pudo salvar su enorme biblioteca de manuscritos judíos y la llevó a Salónica, lo que permitió a la comunidad establecer una destacada Yeshiva (centro de aprendizaje del Talmud) que atrajo a eruditos y estudiantes de todo el mundo judío.

En 1423 la ciudad pasó a estar bajo dominio veneciano. Aunque esto permitió a la comunidad desarrollar el intercambio académico con los judíos italianos, los judíos de Salónica sufrieron la pesada carga de los impuestos. Poco después, los otomanos conquistaron Salónica, liberando a la comunidad de la opresión cristiana.

Durante el siglo XV, los inmigrantes procedentes de Italia, seguidos de los refugiados asquenazíes de Baviera, enriquecieron aún más la mezcla demográfica de la comunidad.

Tras la expulsión de los judíos de España en 1492, llegó a Salónica un gran número de refugiados. En las décadas posteriores a la expulsión, la comunidad se convirtió en una abrumadora mayoría sefardí, y el ladino se convirtió en la lengua de los judíos de Salónica. Otra gran oleada de refugiados sefardíes llegó desde Portugal en 1536, tras el establecimiento de la Inquisición portuguesa.

En esa época, la comunidad de Salónica era la mayor del mundo judío, con más de 20.000 personas y 31 congregaciones.

Algunos de los refugiados de España convirtieron a Salónica en el principal centro académico del mundo judío durante los siglos XVI y XVII. Entre los eruditos sefardíes que se establecieron en Salónica podemos enumerar al rabino Yaacov ben Haviv de Zamora, autor de la monumental colección de Midrash «Ein Yaacov».

Atraído por la rica biblioteca talmúdica del clan Benveniste, el rabino Yaacov llegó a Salónica con su hijo el rabino Levi y su discípulo Yosef Taitazek. El rabino Taitazek está considerado como el principal erudito judío del siglo XVI, tanto en la disciplina talmúdica como en la cábala.

Su Yeshiva, que dirigió durante más de 40 años, atrajo a estudiantes de cerca y de lejos. Escribió numerosos responsa y comentarios sobre muchos libros bíblicos y tratados talmúdicos. Uno de los descendientes del rabino Taitazek fue Theodor Herzl, fundador del movimiento sionista.

Otros destacados eruditos que vivieron en Salónica son el rabino Yosef Caro (que escribió su famoso código halájico «Bet Yosef» en los tres años que pasó en Salónica), el rabino Shmuel di Medina (conocido como «Rashdam»), el poeta Shlomo Alkabetz (autor de Lejá Dodí) y el rabino Eliyah Kobo, que fue el director de la Yeshiva de Salónica hacia finales del siglo XVII.

Durante los siglos XVI y XVII, la comunidad judía de Salónica era la mayor y más influyente del mundo, con unos veinte mil miembros, la mitad de la población de la ciudad. Cuando en 1555 el Papa persiguió a los judíos conversos de Ancona (Italia) que regresaban al judaísmo, los comerciantes de Salónica boicotearon el comercio con Ancona.

Los mercaderes judíos de Salónica se especializaban en la importación y exportación entre Oriente y Occidente de grano, textiles, especias, café, té, lana y seda. Otros judíos eran trabajadores portuarios o artesanos, como carpinteros, tejedores, tintoreros, etc.

Durante los siglos XVI y XVII hubo más de 30 congregaciones judías diferentes en Salónica. Cada una de ellas fue fundada por inmigrantes de otra ciudad. Su dirección colectiva estaba autorizada a decidir el reparto de las obligaciones fiscales entre los congregantes. Las mujeres, los huérfanos y los pobres estaban exentos de impuestos.

La comunidad empleaba a más de 200 profesores. Además de mantener su propio colegio de medicina, astronomía y ciencias naturales, la comunidad poseía una imprenta que imprimía muchos textos religiosos y profanos importantes.

El falso Mesías Shabtai Zvi operó en Salónica en 1657-8 y tenía muchos seguidores.

Los rabinos de la comunidad lo expulsaron de Salónica, pero varios centenares de miembros de la comunidad siguieron creyendo en él, e incluso se convirtieron al Islam cuando lo hizo. Tras esta crisis, las 30 congregaciones decidieron unirse.

A medida que el imperio otomano fue decayendo en el siglo XVIII, lo mismo ocurrió con la comunidad judía de Salónica en todos los aspectos: académico, económico y demográfico.

La Yeshiva de Salónica ya no atraía a estudiantes prometedores de otros países, y Europa del Este sustituyó a Salónica como centro de la erudición judía. Entre los rabinos de Salónica de esa época destaca el rabino Moshe Amarilio, famoso por sus responsas.

El primer periódico en lengua ladina, El Lunar, se publicó por primera vez en Salónica en 1864. Pronto le siguió un competidor, La Época.

A finales del siglo XIX funcionaban en Salónica teatros en yiddish y ladino. Los movimientos juveniles sionistas comenzaron a operar en la ciudad a principios del siglo XX. La fabricación industrial de textiles sustituyó a las ocupaciones tradicionales de los judíos, pero muchos siguieron trabajando en el puerto, que estaba cerrado en Shabat y en las fiestas judías.

En aquella época, los judíos de Salónica, que sumaban 80.000, eran aproximadamente la mitad de los residentes de la ciudad.

En 1912, Salónica pasó a estar bajo el gobierno de Grecia y los judíos obtuvieron la igualdad de derechos. Un incendio catastrófico devastó la ciudad en 1917, dejando a la mayoría de los judíos locales sin hogar. El gobierno estaba dispuesto a indemnizarlos, pero su política de «helenización» no permitió que los judíos regresaran a la ciudad recién construida.

Muchos emigraron a Estados Unidos y Egipto. Los judíos estaban impedidos de ser elegidos para el parlamento griego.

En 1936 los árabes que vivían en la tierra de Israel declararon una huelga contra los judíos, impidiéndoles utilizar los puertos de Yaffo y Haifa, que en ese momento estaban en manos de los árabes bajo el dominio británico. Los judíos de Israel reaccionaron construyendo un puerto en Tel Aviv.

Más de quince mil trabajadores judíos de Salónica vinieron a establecerse en Israel para construir y operar el primer puerto judío después de 2000 años.

Cincuenta y cinco mil judíos vivían en Salónica cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. Casi todos fueron deportados a Auschwitz en 1943 y asesinados por los nazis.

Cuando la guerra terminó, había menos de dos mil judíos viviendo en Salónica. Lamentablemente, la comunidad actual es sólo una sombra de lo que fue.

Las imágenes muestran la sinagoga Monastir de Salónica, y el puerto a principios del siglo XX.

sinagoga

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